( Publicado en Revista Creces, Marzo 2000 )
Para
muchos las plantas son solo adornos en el telón de fondo de la
naturaleza. Pero olvidamos que de ellas depende la vida de animales y
del hombre. Ellas son las que nos proveen de alimentos, bebidas,
productos industriales y muchas y muy variadas medicinas. Su importancia
ha sido tal, que muchas veces ellas han cambiado el curso de la
historia.
A menudo la
vida humana es un torbellino frenético, dentro de una bullente población
y un continuo brotar tecnológico. En medio de este caos ¿dónde
colocamos a las plantas?. En algunas partes del mundo, donde aún vive la
mayor parte de la población en contacto directo con la tierra, las
plantas siguen siendo de primordial importancia, tanto para proveerse de
alimentos, como para vestirse y medicinarse. Es en el mundo
desarrollado donde las plantas parecen como de importancia secundaria:
decorativas en los jardines, tal vez agradables por algunos frutos, pero
no más allá.Pero basta echar un rápido vistazo para darnos cuenta que las plantas son de vital importancia para todos. Ellas captan la energía del Sol a través de la fotosíntesis y colocan esta energía a nuestra disposición como alimentos, proveyéndonos, de paso, del oxígeno que necesitamos para respirar (figura 1). Pero las plantas aun significan más. Por miles de años nos han ayudado a formar nuestra sociedad y nuestra cultura y se han entrelazado en nuestra economía y la política. Algunas han sido de tal importancia, que han cambiado el curso de la historia.